Banda sonora CHEERLEADER CAMP Murielle y Joel Hamilton
Aquí están los detalles de la banda sonora de ANIMADORAS ASESINAS (CHEERLEADER CAMP Murielle y Joel Hamilton) editada por Terror Vision.
Descubre Cheerleader Camp soundtrack y todos los secretos de las bandas sonoras sin gastar nada. Para eso estamos nosotros, que incorporamos muchas ediciones de bandas sonoras de Terror Vision, las escuchamos, hacemos una valoración y os las enseñamos.
Cheerleader Camp
Original Motion Picture Soundtrack
Edición LP vinilo color "Russell Red"
Por primera vez en vinilo
Precio: 28,98 $
Fecha de salida: Ya disponible
Terror ochentero entre pompones, vinilo sangriento y sintetizadores asesinos
Terror Vision lo ha vuelto a hacer. Por primera vez, la banda sonora de Cheerleader Camp (1988) ve la luz en formato vinilo, y lo hace con un despliegue nostálgico digno de una pesadilla americana en VHS.
Una edición entre lo kitsch y lo siniestro
Esta comedia slasher de culto, también conocida como Bloody Pom Poms, regresa con toda su gloria ochentera a través de una edición remasterizada a partir de las cintas originales de los compositores Murielle y Joel Hamilton.
Esta edición especial incluye un bundle que va más allá de lo musical, vinilo en variantes "Neon Pom Poms" o "Russell Red", camiseta oficial del campamento, pegatina de parachoques y parche de chenilla.
Todo el pack parece salido directamente del fondo del baúl de un asesino disfrazado de mascota escolar.
Slasher entre sintetizadores y sueños rotos
La partitura de Cheerleader Camp es todo lo que podrías esperar de una cinta de terror adolescente de los años 80… y más. Synths opresivos, efectos sonoros escalofriantes y una pizca de melodías burbujeantes que juegan con la ironía del tono campy de la película.
Temas como Mirror Horror, Mad Dog o Tiptits Gets It nos transportan a esa mezcla tan característica de susto, deseo y humor negro.
Lo interesante es que, a pesar de su bajo presupuesto y carácter de serie B, la música está cuidadosamente construida, ya que hay leitmotivs, hay atmósferas, y hay un dominio de los tiempos que demuestra la pericia de los Hamilton para dotar de identidad sonora a un producto marcadamente pulp.
La cara A del disco construye la base emocional (y sangrienta) del campamento con temas como Personal Demons o Alison’s Bloody Dream, mientras que la cara B nos arrastra hacia la oscuridad total con momentos como Theresa Gets Crushed, A Dead Van Is No Van o el inesperadamente triste Alison’s Sorrow.
Ecos de partitura
La música de Cheerleader Camp no solo sirve a su narrativa slasher, también es fiel reflejo de una era.
Comparada con otras partituras de terror juvenil de los 80, esta se alinea más con las texturas de Richard Band (Re-Animator) o Chuck Cirino (Chopping Mall), más que con el minimalismo cortante de Carpenter o la densidad de Christopher Young.
Respecto a la carrera de los Hamilton, Cheerleader Camp puede entenderse como una pieza sonora de su estilo en bruto, un sonido electrónico, atmosférico, con momentos de humor musical que recuerdan a Danny Elfman en sus trabajos más excéntricos.
La música es una voz dentro del campamento, tan presente como los gritos, las chaquetas varsity o las cuchillas en la ducha.
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¿Por qué nace Todo Soundtrack?
Desde mi adolescencia, las bandas sonoras han resonado como la música de fondo de mi vida, no solo realzando las películas que me encanta ver. En los años 1987 y 1988, mi vida tomó un giro decisivo y la música de las películas que disfrutaba en el cine o que alquilaba en el videoclub se transformó en mi ancla. No obstante, solo recientemente he tomado plena conciencia del papel crucial que desempeñó en aquel entonces.
"Fievel y el Nuevo Mundo" (An American Tail, 1986), una obra del gran James Horner, fue la primera banda sonora de película que adquirí en un diminuto establecimiento especializado ubicado en la calle Andrés Borrego, en el corazón de Madrid. Fue en Cinescor donde mi viaje comenzó.