Review de la banda sonora FURIA DE TITANES Laurence Rosenthal de Intrada
¿Te has preguntado qué secretos esconde la re-edición de la banda sonora Furia de Titanes?
¿Listo para descubrir cómo una música legendaria y la mitología se fusionan en una experiencia cinematográfica única?
Descubre Clash of the Titans soundtrack de Laurence Rosenthal editada por Intrada Records.
Te damos los detalles de la edición en doble cd de Intrada de la banda sonora de FURIA DE TITANES y nuestra opinión sobre la misma, así como sobre la partitura del autor.
FURIA DE TITANES Banda Sonora Original de la película


Edición 2xCD con la partitura completa
Edición remasterizada con más de 103 minutos de música
Cuadernillo interior de 28 páginas
Notas de John Takis
Arpas y timbales resuenan desde la antigua Grecia: La edición de Intrada de la banda sonora de FURIA DE TITANES
“La potente y emocionante banda sonora de Laurence Rosenthal para Furia de titanes sigue siendo, sin duda, el pináculo de su dilatada y distinguida carrera”,
Douglass Fake, productor musical de Intrada.
Tras más de cuatro décadas realizando películas en las que marinos salidos de Las mil y una noches, héroes de la Grecia Antigua, cavernícolas de tiempos remotos o astronautas del Londres victoriano se enfrentaban a criaturas imposibles dotadas de movimientos por la gracia de la mágica y centenaria técnica de la animación stop-motion, el gran artista de los efectos especiales Ray Harryhausen (1920-2013) encontró por fin, en su última incursión en el largometraje, el apoyo de una de las majors de Hollywood: Metro-Goldwyn-Mayer.

Harryhausen, ayudado desde siempre por su amigo el productor Charles H. Schneer (1920-2009), confeccionó una sólida historia combinando varios mitos griegos de modo que sus criaturas -pues él odiaba que los fans se dirigieran a ellas como monstruos- tuvieran un protagonismo esencial en la película.

Todo ello fue integrado en un guion escrito finalmente por Beverley Cross (1931-1998), quien ya había trabajado en otros films de Harryhausen como Jasón y los argonautas (Jason and the Argonauts, Don Chaffey, 1963) o Simbad y el ojo del tigre (Sinbad and the Eye of the Tiger, Sam Wanamaker, 1977).

La Metro eligió a un oficioso realizador de cine y televisión llamado Desmond Davis (1926-2021) y a los intérpretes, entre los que se encontrarían grandes estrellas destinadas a interpretar a los dioses del Olimpo -siendo especialmente reseñables los casos de Laurence Olivier (1907-1989) como Zeus y de Maggie Smith (1934-2024) como Tetis- así como jóvenes promesas que pondrían su talento en favor de la pareja de enamorados, es decir, Harry Hamlin (1951) como Perseo y Judi Bowker (1954) como Andrómeda.

Tras cinco meses de rodaje en los Pinewood Studios de Londres, así como en diversas localizaciones impresionantes de Malta, Italia e incluso España, Ray Harryhausen y su equipo de animadores -que estaba compuesto únicamente por Jim Danforth (1940) y Steve Archer (1957-2015)- se encerraron en un garaje durante prácticamente un año y medio para integrar con perfecto atino los muñecos animados en las escenas de acción real.

Durante ese tiempo, la productora se dispuso a encontrar a un compositor adecuado para crear una banda sonora que pudiera estar a la altura de esta aventura mitológica.

En un primer momento pensaron en figuras muy populares como John Barry (1933-2011) o John Williams (1932), pero finalmente se decantaron por un músico con una larga carrera a sus espaldas pero que, curiosamente, nunca se había sentido atraído por ver alguna de las películas de Harryhausen.

Oriundo de Detroit, Laurence Rosenthal (1926) adquirió su formación musical entre Estados Unidos, París y Austria antes de ser llamado a filas para ejercer como compositor jefe del escuadrón de películas documentales de la USAF. Tras el conflicto militar de escalada internacional, Rosenthal recaló en Nueva York y empezó a componer música incidental para obras de teatro y musicales de Broadway, como la famosa The Music Man o la versión teatral de Rashōmon (Akira Kurosawa, 1950).

Casi al mismo tiempo, trabajó realizando las bandas sonoras de películas como Réquiem por un campeón (Requiem for a Heavyweight, Ralph Nelson, 1962) o El hombre de la Mancha (Man of La Mancha, Arthur Hiller, 1972), por la que recibió una de las dos nominaciones al Oscar que tendría a lo largo de su carrera, aunque por desgracia fue un galardón que nunca logró alcanzar; lo que le acabaría llevando a ser seleccionado por MGM para realizar la OST de Furia de titanes.

El artista musical se tomó el encargo como un gran reto, casi tan épico como el que llevaría al propio Perseo a salvar a su amada Andrómeda de la ira de Kraken, así que se mudó a Londres para estar más cerca del lugar donde se estaba rodando la película. Harryhausen recordaría en sus memorias que, incluso, el compositor llegó a visitarlo en varias ocasiones para ver a las criaturas que estaba animado y tratar de captar la esencia de las mismas.
La reinvención de una obra maestra cinematográfica
Así, mientras uno iba ejecutando los movimientos de Medusa, Kraken, el pérfido ser demoníaco Calybos o el perro de dos cabezas Dyoskilos, el otro iba componiendo los temas que debían servir de acompañamiento a los personajes y a las principales acciones que estos debían vivir en la gran pantalla.

Cuando todo estuvo listo, a finales de 1980, Rosenthal pidió a su colega Herbert W. Spencer (1905-1992) que realizase la orquestación de las canciones, que serían finalmente interpretadas por The London Symphony Orchestra y grabadas en las instalaciones de los Music Center Sound Studios de la capital inglesa de acuerdo a las órdenes del ingeniero de sonido John Richards, una de esas figuras olvidadas del cine que trabajó en más de doscientas películas.

Los músicos hicieron justicia a la composición de Rosenthal, que suena en esta edición de Intrada con una potencia sin precedentes, hasta el punto que la sinestesia hace que atendendiendo de oído solamente a los acordes podamos ver de forma vívida las intentonas infructuosas y, finalmente, el éxito que obtiene Perseo al domar al caballo alado Pegaso.

La magnificencia de la unión de ambos personajes, símbolos absolutos del bien, queda patente en la banda sonora no solo en el tema Pegasus sino también en Main Title, que acompaña a las imágenes en movimiento como poderosísimo leitmotiv.

También se vuelven recurrentes las notas interpretadas por violines y xilófonos que denotan la presencia en pantalla de Andrómeda, las harpas y los coros que evocan el misticismo de los dioses del Olimpo, así como los timbales y vientos graves que nos precipitan a sentir el misterio y horror de todos aquellos héroes y villanos que a lo largo de la trama sufren los castigos de aquellos que los créditos finales califican de inmortales.

Cuando Furia de Titanes fue estrenada en cines de medio mundo los críticos no fueron muy benévolos con ella, pues veían en los efectos especiales, en el montaje y en el guion un estilo de hacer cine pasado de moda, lejos de la modernidad que ofrecían taquillazos de aquel tiempo como La guerra de las galaxias (Star Wars, George Lucas, 1977) o Excalibur (John Boorman, 1981).

Ray Harryhausen había quedado como un mito, algo encapsulado en el pasado del séptimo arte. Ya nada se podía hacer para que otra gran productora se encargara de la que estaba llamada a ser su siguiente gran película: Force of the Trojans, un proyecto que trató con levantar con ahínco pero que ni tan siquiera el apoyo público de Industrial Light & Magic fue suficiente para alejarlo del cajón de películas nunca realizadas en el que finalmente recaló.

De haber sido de otro modo, Laurence Rosenthal a buen seguro le hubiera acompañado en este nonato viaje que les hubiera llevado de nuevo a ambos al momento de mayor esplendor de la Antigua Grecia.

Pero no pudo ser, así que Rosenthal se volvió a los Estados Unidos y continuó su carrera en el cine y la televisión, logrando engrosar su amplió reconocimiento en los premios Emmy -galardón que ganaría hasta en siete ocasiones- por su encomiable labor en la siempre disfrutable serie Las aventuras del joven Indiana Jones (The Young Indiana Jones Chronicles, George Lucas, 1992-93).

En la actualidad, el trabajo de Rosenthal es ampliamente reconocido, tal y como demuestran los premios por su carrera que le otorgaron sus colegas de The Film Music Society de Los Ángeles y ASCAP -lo que vendría a ser la SGAE estadounidense- en 1999 y 2006, respectivamente.
Sinfonía mítica: Donde el cine y la música se encuentran
En paralelo, Furia de titanes ha ido ganando más y más adeptos que hoy la reconocen como una maravillosa aventura de fantasía, que despliega un imaginario riquísimo, cuenta con secuencias de acción memorables y unos valores puros, como los de cualquier cuento o mito clásico.

A esa puesta en valor se sumó en 2010 Intrada con la que es desde entonces la mejor versión posible de la banda sonora, comercializada tanto en CD como en vinilo, en un trabajo de recuperación encomiable que entronca poco menos que con la arqueología.

Partiendo de un LP editado por Columbia Records en 1981 -comercializado en España ese mismo año por Discos CBS, S.A.-, que contenía menos de la mitad de la banda sonora, Douglass Fake (1952-2024) se propuso durante lustros encontrar el resto de temas para componerlos en un disco que rindiese justo homenaje a la magnífica película para la que Rosenthal había trabajado; siendo finalmente localizados en los archivos documentales de Warner Bros. y Sony entre principios de los noventa y 2010.

Con todo el material crearon la versión del álbum editada por Intrada, la cual se compone de dos discos que integran la banda sonora en su totalidad y algunos extras interesantes, como el tema inédito No Mercy, la versión alternativa de Joppa o la genial versión con la que se cerraba la versión de 1981 del álbum de The Constellations - End Title con narración del gran Laurence Olivier, que en la versión española de la película decía, con la voz del actor de doblaje Felipe Peña (1921-1989), algo así: “Perseo y Andrómeda vivirán felices y juntos. Tendrán hijos sanos y hermosos, a los que educarán sabiamente. Y para perpetuar esta proeza de su valor, ordeno que de ahora en adelante él ocupe un lugar prominente entre las estrellas y constelaciones. Él, Perseo, la encantadora Andrómeda, el noble Pegaso e incluso la vanidosa Casiopea. Que las estrellas reciban el nombre de todos ellos, para siempre. Mientras un solo hombre camine por la tierra y contemple intrigado el cielo por la noche, la valentía de Perseo será recordada. Y aunque nosotros, los dioses, quedemos abandonados u olvidados, las estrellas nunca se extinguirán. Jamás. Brillarán hasta la consumación de los siglos”.

Esta review ha sido escrita con todo el amor del mundo por las bandas sonoras por:

Adrián Encinas
Adrián Encinas, reconocido autor y mayor experto en stop motion de España, desvela la magia detrás de cada fotograma con obras de referencia que han transformado la visión del cine animado.
BIBLIOGRAFÍA / MÁS INFORMACIÓN:
DALTON, Tony y HARRYHAUSEN, Ray (2003). Ray Harryhausen, an Animated Life. Aurum Press (Londres).
Clash of the titans Intrada Edition
Web oficial de Laurence Rosenthal
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¿Por qué nace Todo Soundtrack?
Desde mi adolescencia, las bandas sonoras han resonado como la música de fondo de mi vida, no solo realzando las películas que me encanta ver. En los años 1987 y 1988, mi vida tomó un giro decisivo y la música de las películas que disfrutaba en el cine o que alquilaba en el videoclub se transformó en mi ancla. No obstante, solo recientemente he tomado plena conciencia del papel crucial que desempeñó en aquel entonces.
"Fievel y el Nuevo Mundo" (An American Tail, 1986), una obra del gran James Horner, fue la primera banda sonora de película que adquirí en un diminuto establecimiento especializado ubicado en la calle Andrés Borrego, en el corazón de Madrid. Fue en Cinescor donde mi viaje comenzó.