Banda sonora KING SOLOMON’S MINES Jerry Goldsmith
Aquí están los detalles de la banda sonora de LAS MINAS DEL REY SALOMÓN (KING SOLOMON’S MINES Jerry Goldsmith) editada por La-la land Records.
Descubre King Solomon's Mines soundtrack y todos los secretos de las bandas sonoras sin gastar nada. Para eso estamos nosotros, que incorporamos muchas ediciones de bandas sonoras de La-la land, las escuchamos, hacemos una valoración y os las enseñamos.
King Solomon's Mines
Music From the Motion Picture LLLCD1685


Edición CD limitada a 1000 unidades
Cuadernillo con notas exclusivas de Jeff Bond
Diseño artístico de Scott Saslow con portada reversible con arte alternativo.
Precio: 31,98 $
Fecha de salida: Ya disponible
Goldsmith vuelve en una reedición que pone la jungla en su sitio
Durante décadas, los fans de King Solomon’s Mines tuvieron que conformarse con versiones aceleradas o ralentizadas de una de las partituras más frenéticas que escribió Jerry Goldsmith en los ochenta.

Dos discos y una aventura que por fin suena como debe
La-La Land Records hace justicia con una edición remasterizada por completo, extraída de las cintas originales y finalmente en tono real. Este 40º aniversario es una corrección histórica para celebrar por todo lo alto.
Goldsmith compuso esta banda sonora como si le hubieran dado carta blanca para arrasar con todo. Acción sin freno, comedia desbordante, peligros constantes y una orquesta al borde del vértigo.

Lo que en pantalla a veces rozaba la parodia, en la música se convierte en pura convicción. Y escucharla ahora con esta nitidez es como encontrar un mapa del tesoro… y descubrir que estaba mal doblado todo este tiempo.
Un tesoro remasterizado en 2CD
La edición física se presenta en un doble cd con diseño a dos caras, libreto repleto de detalles firmado por Jeff Bond, y portada reversible con arte alternativo para quienes quieran exhibirla. Pero lo importante está en los discos.

El primer CD incluye la Score Presentation tal como fue concebida para la película, con versiones de pista ajustadas a tomas específicas seleccionadas por el propio Goldsmith y el editor musical Ken Hall.
Desde el Main Title ya se despliega la fanfarria con carácter de clásico. La pieza Have a Cigar es puro slapstick sonoro con ritmo tribal al fondo, mientras Forced Flight y Dancing Shots rebotan entre la acción y la sátira sin perder tensión.

En Upside Down People y The Ritual, el sonido se ensucia y se vuelve más físico. Low Bridge y Falling Rocks preparan el terreno para un final que, pese a toda la pirotecnia previa, consigue encontrar espacio para la tensión pura en Final Confrontation y el cierre con No Diamonds.
El segundo disco recupera el álbum original de 1985 con el orden clásico de edición en vinilo, y lo complementa con una generosa sección de pistas adicionales y versiones alternativas.
Los cambios son sutiles, pero para el oído entrenado marcan la diferencia con cortes sin inserciones y aperturas distintas. Los ajustes de edición que permiten reconstruir todo el proceso creativo de Goldsmith en tiempo real.

Ecos de partitura
King Solomon’s Mines no es un Goldsmith elegante. Pero ni falta que hace. Aquí no hay espacio para la pausa. Todo está al servicio del movimiento, de las persecuciones, las peleas, los rituales y las explosiones.
Pero incluso en ese terreno, el compositor encuentra su voz. Y lo hace sin sonar a refrito y sin autoplagiarse.
En su carrera, esta partitura funciona como contrapeso perfecto a otras aventuras más estilizadas como The Wind and the Lion o The Shadow. Aquí hay menos mística. Pero con la misma capacidad para convertir una escena absurda en un momento musical de categoría.

Hay ecos del espíritu desenfrenado de Gremlins y del ritmo trepidante de Rambo: First Blood Part II, ambas de la misma época, pero lo que diferencia a King Solomon’s Mines es su descaro.
Comparada con otras BSO ochenteras de aventuras, esta tiene algo que muchas han perdido por el camino y es una convicción salvaje.

Si ya tenías una edición anterior, esta la desplaza sin lugar a dudas. Si nunca la escuchaste, este es el momento. La mejora de tono cambia la percepción entera de la obra. Por fin se puede disfrutar de King Solomon’s Mines como Goldsmith quiso que sonara.
Es un lanzamiento para completistas, sí. Pero también para cualquier amante de la música de aventuras que quiera volver a sentir lo que era correr por la selva sin freno… y con la orquesta rugiendo detrás.
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¿Por qué nace Todo Soundtrack?
Desde mi adolescencia, las bandas sonoras han resonado como la música de fondo de mi vida, no solo realzando las películas que me encanta ver. En los años 1987 y 1988, mi vida tomó un giro decisivo y la música de las películas que disfrutaba en el cine o que alquilaba en el videoclub se transformó en mi ancla. No obstante, solo recientemente he tomado plena conciencia del papel crucial que desempeñó en aquel entonces.
"Fievel y el Nuevo Mundo" (An American Tail, 1986), una obra del gran James Horner, fue la primera banda sonora de película que adquirí en un diminuto establecimiento especializado ubicado en la calle Andrés Borrego, en el corazón de Madrid. Fue en Cinescor donde mi viaje comenzó.





