Banda sonora GIORDANO BRUNO Ennio Morricone

Aquí están los detalles de la banda sonora de GIORDANO BRUNO Ennio Morricone editada por Quartet Records.

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Misticismo y pensamiento en clave Morricone

A veces, una banda sonora no acompaña la acción. En Giordano Bruno (1973), Ennio Morricone compone una de sus partituras más intelectuales y desafiantes, creada para el filme de Giuliano Montaldo sobre el filósofo italiano condenado por la Inquisición.

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La música de las ideas

Giordano Bruno es un ensayo cinematográfico sobre la libertad de pensamiento y la soledad de quienes se atreven a cuestionar el orden establecido.

Morricone responde a esta densidad ideológica con una partitura de gran austeridad formal, muy espiritual y, a la vez, contenida. La música sitúa a Giordano Bruno en un plano de meditación, en vez de acompañarle en su camino hacia el martirio.

Crea un espacio de escucha que se funde con la duda y la búsqueda. Quartet Records recupera esta joya en una edición limitada a 500 unidades, remasterizada por Chris Malone a partir del programa completo supervisado por el propio Morricone en 2009.

Liturgia sin redención

En Giordano Bruno, lo sacro y lo laico conviven. Morricone combina cánticos litúrgicos, voces corales tratadas como abstracciones y melodías minimalistas que giran sobre sí mismas como si buscaran una salida imposible.

El uso del órgano y los compases repetitivos, hace que todo en esta partitura parezca querer despojar al espectador de certezas, como si la propia música fuera una herejía contra el lenguaje musical tradicional.

Pero lo más asombroso es cómo esta aparente frialdad se vuelve conmovedora cuando se escucha en su totalidad. Piezas como Super Flumina Babilonis o Domine Quando Veneris son lamentos sin tiempo, evocaciones de un dolor que se cierne como una nube densa sobre la conciencia.

Esta edición recupera los 65 minutos completos grabados para la película, incluyendo las múltiples variaciones temáticas que Morricone construyó como variaciones sobre un mismo pensamiento musical, girando y reconfigurando una idea hasta volverla irrefutable.

Ecos de partitura

Giordano Bruno forma parte de un tríptico conceptual junto a El Greco y Galileo, tres partituras donde Morricone explora el conflicto entre ciencia, espiritualidad y poder.

Frente a otras composiciones suyas más grandilocuentes o accesibles, esta partitura exige una escucha concentrada. Pero a cambio, ofrece algo valioso, y es la posibilidad de escuchar una música filosófica, en la que cada nota parece ser fruto de una elección moral.

Comparada con la atmósfera visionaria de El Greco, esta partitura se muestra más contenida y plantea un vía crucis del pensamiento.

Sin embargo, ambas comparten un mismo núcleo ético, que es el de dar voz a quienes se atrevieron a pensar más allá de los límites impuestos.

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¿Por qué nace Todo Soundtrack?

Desde mi adolescencia, las bandas sonoras han resonado como la música de fondo de mi vida, no solo realzando las películas que me encanta ver. En los años 1987 y 1988, mi vida tomó un giro decisivo y la música de las películas que disfrutaba en el cine o que alquilaba en el videoclub se transformó en mi ancla. No obstante, solo recientemente he tomado plena conciencia del papel crucial que desempeñó en aquel entonces.

"Fievel y el Nuevo Mundo" (An American Tail, 1986), una obra del gran James Horner, fue la primera banda sonora de película que adquirí en un diminuto establecimiento especializado ubicado en la calle Andrés Borrego, en el corazón de Madrid. Fue en Cinescor donde mi viaje comenzó