Banda sonora THE TWELVE CHAIRS John Morris
Aquí están los detalles de la banda sonora de EL MISTERIO DE LAS DOCE SILLAS (THE TWELVE CHAIRS John Morris) editada por Quartet Records.
Descubre The Twelve Chairs soundtrack y todos los secretos de las bandas sonoras sin gastar nada. Para eso estamos nosotros, que incorporamos muchas ediciones de bandas sonoras de Quartet, las escuchamos, hacemos una valoración y os las enseñamos.
The Twelve Chairs
Original Soundtrack Recording QR589


Edición CD limitada a 500 unidades
Masterizada por Chris Malone
Incluye libreto con notas de John Takis
Precio: 17,95 €
YA DISPONIBLE
The Twelve Chairs – El oro no está en las sillas… está en la música
¿Qué tienen en común un aristócrata arruinado, un cura desesperado y un pícaro con más labia que escrúpulos?
Que los tres persiguen unas sillas de comedor con joyas escondidas.

Y, mientras lo hacen, John Morris compone una partitura que también brilla como un tesoro oculto, ahora por fin disponible por primera vez en CD gracias a Quartet Records.
Basada en la novela satírica rusa de Ilf y Petrov y adaptada con ese inconfundible sello de Mel Brooks, The Twelve Chairs (1970) es una comedia en forma de fábula sobre el absurdo de la codicia… y la humanidad que a veces se cuela por las rendijas.

La película fue la segunda colaboración entre Brooks y Morris, y eso ya es garantía de chispa, música orquestal con alma y alguna que otra carcajada entre compases.
Parodia, emoción y un vals de esperanza
John Morris —recordado por partituras inolvidables como Young Frankenstein, Clue o The Elephant Man— diseña aquí un mapa musical de emociones que pivota entre lo cómico, lo sentimental y lo esperpéntico.

La partitura incorpora arreglos de “Hope for the Best”, una canción compuesta por el propio Mel Brooks (basada en una melodía popular previamente tocada por Brahms, nada menos), y le insufla alma con cuerdas líricas, metales juguetones y alguna que otra carrera desbocada muy… soviética.
Pero no todo es risa. Hay ternura. Melancolía. Incluso un toque de nostalgia por un mundo que se desmorona mientras sus personajes, patéticos y entrañables, persiguen una ilusión tan absurda como universal.

Una grabación rescatada con mimo
La orquestación corrió a cargo del legendario Jonathan Tunick, colaborador habitual de Stephen Sondheim, y fue grabada en los míticos CTS Studios de Londres por John Richards.
Aunque la partitura se grabó en 1970, nunca tuvo edición discográfica propia… hasta ahora.

Solo cuatro temas vieron la luz en una compilación australiana en 1976, y un tímido vinilo en 1983. ¡Y eso era todo!
A veces, el auténtico botín está en la música que nos acompaña durante la búsqueda.
Este primer lanzamiento en CD, remasterizado por Chris Malone, se presenta con un libreto de lujo con notas firmadas por el historiador John Takis, que ofrece contexto, anécdotas y un merecido homenaje a una partitura olvidada.
Únete a nosotros en este viaje por la música de cine
Aunque aún estamos afinando los últimos detalles de nuestra exclusiva newsletter para ofrecerte la mejor experiencia, tu anticipada suscripción te garantizará que no te pierdas ninguna actualización, lanzamiento exclusivo o contenido especial.
Haz que la música suene más fuerte
Para sostener y continuar expandiendo nuestra web, participamos en el Programa de Afiliados de Amazon. Esto significa que, al hacer clic y realizar compras a través de los enlaces de Amazon que proporcionamos, nos estás apoyando sin ningún coste adicional para ti.
Queremos asegurarte que nuestra afiliación se limita exclusivamente a Amazon. Cualquier otro enlace hacia sitios externos que encuentres en nuestra web tiene el único propósito de enriquecer tu experiencia y ofrecerte información detallada y específica sobre las bandas sonoras que resaltamos.
Otras preventas y lanzamientos de Quartet Records
¿Por qué nace Todo Soundtrack?
Desde mi adolescencia, las bandas sonoras han resonado como la música de fondo de mi vida, no solo realzando las películas que me encanta ver. En los años 1987 y 1988, mi vida tomó un giro decisivo y la música de las películas que disfrutaba en el cine o que alquilaba en el videoclub se transformó en mi ancla. No obstante, solo recientemente he tomado plena conciencia del papel crucial que desempeñó en aquel entonces.
"Fievel y el Nuevo Mundo" (An American Tail, 1986), una obra del gran James Horner, fue la primera banda sonora de película que adquirí en un diminuto establecimiento especializado ubicado en la calle Andrés Borrego, en el corazón de Madrid. Fue en Cinescor donde mi viaje comenzó