Banda sonora IMMACULATE Will Bates

Aquí están los detalles de la banda sonora de IMMACULATE Will Bates editada por Terror Vision.

Descubre Immaculate soundtrack y todos los secretos de las bandas sonoras sin gastar nada. Para eso estamos nosotros, que incorporamos muchas ediciones de bandas sonoras de Terror Vision, las escuchamos, hacemos una valoración y os las enseñamos.

Will Bates y la fe retorcida de Immaculate

El horror y la religión han ido de la mano en el cine desde que el primer órgano retumbó en una abadía gótica de celuloide. Immaculate, el perturbador filme de Michael Mohan protagonizado por Sydney Sweeney, retoma ese legado con una mirada moderna y estilizada.

La liturgia del espanto

Terror Vision, en colaboración con Lakeshore Records, nos trae en vinilo la banda sonora compuesta por Will Bates, un trabajo que se adentra con decisión en las profundidades del ritual, lo sacro y lo profano.

Bates construye su partitura sobre una base de instrumentos asociados a la liturgia cristiana (órgano, campanas y coros) para manipularlos y distorsionarlos en un entorno de tensión y extrañeza. El resultado suena como si Pergolesi hubiera sido poseído por una figura salida de Suspiria.

Temas como Our Lady of Atonement o The Te Deum establecen de inmediato el tono ceremonial, mientras The Vault of Sorrows y Catacombs nos conducen a zonas más sombrías y claustrofóbicas del convento.

Lo fascinante de esta edición es que logra un equilibrio poco habitual entre reverencia formal y desgarro emocional. Hay espacio para la belleza (el delicado uso coral en Ave Maria), pero también para la ansiedad que atraviesa piezas como Blood-Stained Sheets o Father Tedeschi’s Chase.

Dos ediciones para coleccionistas de lo oculto

Terror Vision no suele editar bandas sonoras modernas, pero aquí ha hecho una excepción justificada. Lo ha hecho, además, con mimo estético y coherencia conceptual. Se presentan dos variantes, la edición Vacatian Splatter para el Club de Coleccionistas, con un diseño marmóreo que evoca sangre y alabastro, y la edición Retail en rojo sangre, sobria y efectiva.

Ambas incluyen notas del propio Will Bates, que explica cómo tejió esta atmósfera invocando tanto el imaginario cristiano como su fascinación por los sonidos analógicos manipulados.

La presentación gráfica mantiene la línea ascética y ceremonial de la película, sin caer en el recurso fácil de lo grotesco. Un vinilo que se puede admirar, pero que también incomoda. Y eso, en el contexto de este tipo de cine, es un logro en sí mismo.

Ecos de partitura

La sombra de los grandes maestros italianos planea sobre Immaculate. Es inevitable pensar en Goblin, Riz Ortolani o Fabio Frizzi, pero Bates no cae en la cita directa. Su enfoque se siente más cercano al respeto que a la imitación, con ciertos pasajes que podrían estar emparentados con las partituras de Christopher Young o los trabajos más atmosféricos de Jed Kurzel.

Desde un punto de vista temático, también hay un eco lejano al Saint Maud de Adam Janota Bzowski o incluso al The Witch de Mark Korven, pero Immaculate se distingue por no perder nunca su eje litúrgico.

Aquí, la fe es el instrumento principal. Y el miedo, por supuesto, el contrapunto constante.

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¿Por qué nace Todo Soundtrack?

Desde mi adolescencia, las bandas sonoras han resonado como la música de fondo de mi vida, no solo realzando las películas que me encanta ver. En los años 1987 y 1988, mi vida tomó un giro decisivo y la música de las películas que disfrutaba en el cine o que alquilaba en el videoclub se transformó en mi ancla. No obstante, solo recientemente he tomado plena conciencia del papel crucial que desempeñó en aquel entonces.

"Fievel y el Nuevo Mundo" (An American Tail, 1986), una obra del gran James Horner, fue la primera banda sonora de película que adquirí en un diminuto establecimiento especializado ubicado en la calle Andrés Borrego, en el corazón de Madrid. Fue en Cinescor donde mi viaje comenzó.