Banda sonora RE-ANIMATOR Richard Band

Aquí están los detalles de la banda sonora de RE-ANIMATOR Richard Band editada por Waxwork Records.

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Re-Animator - Una inyección de locura sónica directa al córtex… con aroma a formol

Hay bandas sonoras que no solo se escuchan sino que también se reaniman.

Y en este caso, Waxwork Records ha desenterrado su ópera prima en vinilo —la partitura original de Re-Animator— para devolverla a la vida en una edición que grita desde la morgue: “¡No me entierres todavía!”.

Este clásico de culto, dirigido por Stuart Gordon en 1985, basado en la demencia literaria de H.P. Lovecraft, encuentra su voz más perturbadora en la música de Richard Band, que aquí vibra como un corazón sin cuerpo bajo el microscopio de lo macabro.

Richard Band, compositor que ha puesto partitura a muchos delirios de la Empire Pictures (From Beyond, Puppet Master, Castle Freak…), destila aquí una obra delirantemente lúcida, donde el horror se tiñe de ironía y la orquesta salta entre el homenaje herrmanniano y la disonancia mordaz.

Su trabajo para Re-Animator ha sido aplaudido como uno de los ejercicios más brillantes del horror musical con cerebro… y vísceras.

La edición: un objeto de deseo… y de invocación

Esta reedición no es un simple rescate. Es una exhumación gloriosa.

El vinilo se presenta en un hipnótico patrón verde y negro tipo “Re-Agent”, que remite directamente al suero fluorescente que todo lo resucita, incluso lo que nunca debió despertar.

La carpeta, plegable y robusta como el arcón de un patólogo victoriano, brilla con un acabado satinado mate que parece haber sido embalsamado.

Las ilustraciones corren a cargo del siempre brillante Ghoulish Gary Pullin, quien imprime su sello de horror pop con una fuerza visual que parece chisporrotear con cada nota.

Como extra adicional para el ritual, se incluye un póster desplegable y notas exclusivas del mismísimo Richard Band, escritas desde la trastienda del más allá.

Hasta las fundas interiores se suman a esta bacanal de detalles, impresas con delicadeza enfermiza.

Una travesía sonora al reino de lo impensable

Escuchar esta banda sonora en vinilo no es una experiencia auditiva, es un experimento fallido en el mejor sentido: uno que se sale de control, que desborda el laboratorio y deja cicatrices en la psique.

Cada compás parece gorgotear desde un tubo de ensayo. Cada instrumento, una herramienta quirúrgica. Y cada crescendo, un grito sordo atrapado en un frasco de formol.

Una joya putrefacta para quienes veneran lo grotesco, lo brillante, lo irreverente. Si Re-Animator fue el experimento… esta reedición es la tesis doctoral del horror sonoro.

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¿Por qué nace Todo Soundtrack?

Desde mi adolescencia, las bandas sonoras han resonado como la música de fondo de mi vida, no solo realzando las películas que me encanta ver. En los años 1987 y 1988, mi vida tomó un giro decisivo y la música de las películas que disfrutaba en el cine o que alquilaba en el videoclub se transformó en mi ancla. No obstante, solo recientemente he tomado plena conciencia del papel crucial que desempeñó en aquel entonces.

"Fievel y el Nuevo Mundo" (An American Tail, 1986), una obra del gran James Horner, fue la primera banda sonora de película que adquirí en un diminuto establecimiento especializado ubicado en la calle Andrés Borrego, en el corazón de Madrid. Fue en Cinescor donde mi viaje comenzó.